La Doc Geo me dijo “Tienes Síndrome Metabólico” cosa que no hizo la menor mella en mí porque en la vida había escuchado de eso, tampoco es que haya tenido bien en claro lo que es el metabolismo, a lo más que llegaba mi entender es el ejemplo de: “Cuando estaba en la prepa comía como cerrrrrrrrrrrrrrrrdo pero estaba bien flaco, ahora sigo comiendo igual y namás engordo”.
O sea, pues es algo que tiene que ver con la comida, con engordar, el Síndrome Metabólico es de que tu organismo anda lento por la vida sedentaria… pero también está el estúpid@ que come el doble que tú, igualmente está aplatanado y es una varita de nardo. La ecuación no es tan clara en ese aspecto “Esh que mi metabolishmo esh muy rápido” te dice el infame personaje y no queda más que sonreír con un chin…cáeme bien, entre dientes.
Ok hay metabolismos rápidos, lentos, pero ¿qué es el metabolismo?
Así se le llama a las reacciones químicas del cuerpo que liberan o necesitan energía, unas pueden ser anabólicas, otras catabólicas.
Las reacciones anabólicas son las que convierten compuestos simples en sustancias más complejas, son las reacciones que requieren energía, un ejemplo de esto pudiera ser la cicatrización, se toman nutrientes para regenerar el tejido dañado.
Las reacciones catabólicas son las que toman sustancias complejas y las convierten en compuestos simples para que el organismo las pueda aprovechar, como por ejemplo la respiración o comer, ambas reacciones nos brindan energía.
Como lograr descomponer estas moléculas le cuesta trabajito al cuerpo, aparte de que muchas de las reacciones pueden dañar o destruir las células, éstas se valen de enzimas que aceleran las reacciones necesarias para hacer esto.
Sin enzimas seríamos muy diferentes, ya que para liberar la energía de las sustancias químicas las células tendrían que generar temperaturas y presión mucho más elevada que la que usan (Jabba el Hutt ¿les suena? Dejen que su imaginación vuele.) Las enzimas también se llaman catalizadores, por ayudar a mantener la frecuencia de estas transformaciones sin alterar la estructura celular.
En una zona del cerebro recóndita pero muy cercana a nosotros, se ubica el hipotálamo esta región controla los centros de hambre y saciedad.
El centro del hambre siempre está activo, siempre, no importa qué se haga. El centro de saciedad es el amargado que nos inhibe. Esta saciedad se activa con varios estímulos, cuando se llena el tanque de la glucosa, los aminoácidos, lípidos, la temperatura corporal, la distención y la colecistocinina (díganlo rápido 3 veces) Esta palabra ininteligible es el nombre de una hormona que secreta el intestino delgado para avisar que ya va a trabajar.
Como las maravillas del cuerpo toman tiempo, en otra entrada les escribo de todo lo que le va a pasar al bacalao, el pavo, los romeros, la sopa de haba, esa pastita con crema y jamón, los camarones, el vino y todo el postre que se les ocurra darse en estas bonitas fechas de tragazón.